Facebook VS Diáspora
La semana pasada me uní a Diaspora.
No hablo de la Diáspora-no me convertí al judaísmo ni emigré a ningún sitio. En lugar de eso, acepté una codiciada invitación (enviada por unos frikis informáticos) para inscribirme en Diaspora, una red social descentralizada y enfocada en la privacidad, creada por cuatro estudiantes de la Universidad de Nueva York en respuesta a lo que se ha considerado como el enfoque de Facebook por obtener beneficios a expensas de la privacidad de los usuarios.
El cuarteto anunció oficialmente el proyecto el 24 de abril; lanzaron una versión de código abierto para desarrolladores del código a mediados de septiembre, y las invitaciones para el alfa privado de la página (la primera fase de pruebas) comenzaron a salir el 23 de noviembre. A pesar de que Diaspora tiene algunos fallos, está un poco despoblada (tengo dos contactos, en comparación con los cientos de contactos en otros sitios), y es un poco espartana en cuanto a características, ya de por sí es diferente e interesante en comparación con los sitios anteriores.
Facebook es como un casino: chillón, lleno de gente, nos distrae, y está diseñado para atraernos y mantenernos allí mucho más tiempo del que habíamos previsto. (Lo mismo puede decirse de su predecesor, MySpace.) Las actualizaciones de estado-no sólo por los amigos reales y conocidos, sino también de empresas, agencias de noticias, celebridades, equipos deportivos-se pelean por el espacio con videos, anuncios, juegos, ventanas de chat, calendarios de eventos, y propuestas para encontrar a más gente, hacer más conexiones, compartir más datos.
Diaspora es más como el espacio de trabajo tranquilo y mínimo de un devoto del Zen. A diferencia de Facebook y sus competidores, Diaspora nos facilita separar nuestras esferas sociales. La página de inicio muestra nuestras actualizaciones de estado y las de nuestros amigos en línea, junto con la lista de nuestros contactos y las categorías, denominadas "aspectos", en las que los hemos clasificado. Los aspectos por defecto son trabajo y familia, pero añadir nuevos aspectos es tan fácil como abrir una nueva pestaña en el navegador web. Podemos crear una actualización de estado para compartirla con todos los aspectos, con sólo uno, o con unos pocos, y está muy claro en todas las páginas qué información ha salido a qué grupos.
Esta simplicidad y claridad han sido los objetivos fundamentales de diseño para el equipo de Diaspora desde el principio. En una actualización de blog publicada durante el desarrollo a lo largo del verano, hicieron énfasis en haber "pasado una buena parte del tiempo concentrándonos en la construcción de un sistema de intercambio contextual y claro. Eso significa una forma intuitiva de que los usuarios decidan, sin notar que están tomando la decisión, sobre qué contenidos van a sus compañeros de trabajo y cuáles van a los amigos con los que salen a tomar una copa". La inversión ha dado frutos, y supone un enorme contraste con los complicados y ocultos controles de privacidad de Facebook.
Otra diferencia es la facilidad para compartir-o no-el contenido de Diaspora con Facebook y Twitter. En lugar de hacer que tales conexiones sean difíciles de encontrar y usar, el sitio hace que sea fácil conectarse a otros servicios, y ofrece la opción de compartir cualquier carga pública a través de Facebook, Twitter, RSS o, simplemente haciendo clic en un cuadro. A largo plazo, afirma el cofundador, Maxwell Salzberg, Diaspora debe ser independiente de los servicios y capaz de importar y exportar datos desde cualquier servicio web, en casi cualquier formato. El objetivo no es reemplazar a Facebook o cualquier otro servicio como forma de interactuar en línea, sino eliminar la necesidad de almacenar datos privados en varios sitios web, muchos de los cuales parecen dirigidos a un intercambio de "todo o nada" en cuanto a la información personal.
El botón "me gusta" no se ve por ningún sitio en Diaspora. Comentamos una publicación, o no lo hacemos. Tengo curiosidad por ver cómo afectará esto a mis interacciones en línea. Confieso que con frecuencia soy culpable de hacer clic en "me gusta" en las actualizaciones de Facebook de mis amigos; es mucho más fácil y rápido que comentar e interactuar con alguien, incluso al nivel general superficial de Facebook. Diaspora también es menos invasivo: en lugar de enviar un correo electrónico de forma predeterminada cada vez que alguien comenta sobre nuestro estado o el estado de un amigo sobre el que hemos comentado, vemos el contenido sólo cuando entramos. Esto hace que sea más fácil perder la noción de las "conversaciones" en línea-pero es un alivio para mi siempre abarrotada bandeja de entrada.
Me es más difícil juzgar el éxito de Diaspora a la hora de lograr su declarado objetivo de dar a los usuarios un control total sobre sus datos, ya que no soy experto en seguridad informática. Me gusta la transparente interfaz de usuario del sitio, y su uso de protocolos de seguridad web estándar tales como https (el mismo protocolo utilizado por los bancos y comerciantes en línea para la transferencia de nuestros datos financieros) para enviar toda la información. El sistema se distribuye entre varios servidores públicos y privados llamados semillas, y toda la comunicación entre ellos se cifra, una vez más usando un estándar de protocolo de Internet estándar, el GNU Privacy Guard (GPG).
En última instancia, los desarrolladores de Diaspora se imaginan a cada usuario hospedando su propia semilla y albergando los datos personales exclusivamente en dicha semilla-lo contrario al enfoque habitual actual a la hora de almacenar información, haciendo que todo resida en entornos de computación en la nube pertenecientes a empresas diferentes. Lo que están construyendo es un sistema que permite que estas semillas se comuniquen sin problemas y de manera intuitiva, lo cual constituye una aplicación nunca antes vista. Dado que la mayoría de los usuarios de red de hoy día simplemente no están por la labor de alojar un servidor web personal, los desarrolladores crearon el centro joindiaspora.com para hacer que el uso del sistema fuera fácil para los consumidores sin conocimientos técnicos que se preocupen por su privacidad en línea.
Hay inconvenientes relacionados con la implementación actual. Aunque el sitio es limpio y sencillo, Diaspora podría utilizar algunas etiquetas más. Me tomó tiempo darme cuenta de que el cuadro gris en la parte superior de cada pantalla era un campo de entrada de texto, no decoración, y tuve que escribir varias cosas al azar antes de darme cuenta de que es en realidad un cuadro de búsqueda bastante útil, que permite buscar contactos usando sus nombres reales o los que usan en Diaspora.
El centro principal, en joindiaspora.com, también tiende a cargarse y ejecutarse lentamente. Los servidores no son tan fiables como los de servicios más establecidos, y las interrupciones se producen al azar y duran cantidades de tiempo variables. De hecho, se me cerró el acceso a mi cuenta original sólo un día después de su creación, y después de un par de intentos, el equipo "resolvió" el problema mediante la emisión de una nueva invitación para crear una segunda cuenta. (Si logro o no volver a mi cuenta original es otra cuestión.)
Puede que no sea una gran problema para sus miembros iniciales, fanáticos de la informática-o para aquellos que probablemente constituyan la columna vertebral de los usuarios futuros de Diaspora-pero el sitio no es compatible con el Microsoft Internet Explorer, sólo con navegadores "modernos" como Firefox, Opera, Chrome y Safari.
Tampoco está claro que Diaspora logre mantenerse despejado. El equipo está desarrollando nuevas características, incluyendo plug-ins que permiten funciones de dos vías, tales como el chat y juegos. Tal y como Salzberg observó durante nuestra correspondencia sobre el cierre de mi cuenta, "Estamos en estado MUY alfa".
Aún así, Diaspora es un servicio al que seguiré accediendo a lo largo del tiempo. Espero que sustituya mi adicción a Facebook y mantenga mis datos de ese mismo modo: mios.
No hablo de la Diáspora-no me convertí al judaísmo ni emigré a ningún sitio. En lugar de eso, acepté una codiciada invitación (enviada por unos frikis informáticos) para inscribirme en Diaspora, una red social descentralizada y enfocada en la privacidad, creada por cuatro estudiantes de la Universidad de Nueva York en respuesta a lo que se ha considerado como el enfoque de Facebook por obtener beneficios a expensas de la privacidad de los usuarios.
El cuarteto anunció oficialmente el proyecto el 24 de abril; lanzaron una versión de código abierto para desarrolladores del código a mediados de septiembre, y las invitaciones para el alfa privado de la página (la primera fase de pruebas) comenzaron a salir el 23 de noviembre. A pesar de que Diaspora tiene algunos fallos, está un poco despoblada (tengo dos contactos, en comparación con los cientos de contactos en otros sitios), y es un poco espartana en cuanto a características, ya de por sí es diferente e interesante en comparación con los sitios anteriores.
Facebook es como un casino: chillón, lleno de gente, nos distrae, y está diseñado para atraernos y mantenernos allí mucho más tiempo del que habíamos previsto. (Lo mismo puede decirse de su predecesor, MySpace.) Las actualizaciones de estado-no sólo por los amigos reales y conocidos, sino también de empresas, agencias de noticias, celebridades, equipos deportivos-se pelean por el espacio con videos, anuncios, juegos, ventanas de chat, calendarios de eventos, y propuestas para encontrar a más gente, hacer más conexiones, compartir más datos.
Diaspora es más como el espacio de trabajo tranquilo y mínimo de un devoto del Zen. A diferencia de Facebook y sus competidores, Diaspora nos facilita separar nuestras esferas sociales. La página de inicio muestra nuestras actualizaciones de estado y las de nuestros amigos en línea, junto con la lista de nuestros contactos y las categorías, denominadas "aspectos", en las que los hemos clasificado. Los aspectos por defecto son trabajo y familia, pero añadir nuevos aspectos es tan fácil como abrir una nueva pestaña en el navegador web. Podemos crear una actualización de estado para compartirla con todos los aspectos, con sólo uno, o con unos pocos, y está muy claro en todas las páginas qué información ha salido a qué grupos.
Esta simplicidad y claridad han sido los objetivos fundamentales de diseño para el equipo de Diaspora desde el principio. En una actualización de blog publicada durante el desarrollo a lo largo del verano, hicieron énfasis en haber "pasado una buena parte del tiempo concentrándonos en la construcción de un sistema de intercambio contextual y claro. Eso significa una forma intuitiva de que los usuarios decidan, sin notar que están tomando la decisión, sobre qué contenidos van a sus compañeros de trabajo y cuáles van a los amigos con los que salen a tomar una copa". La inversión ha dado frutos, y supone un enorme contraste con los complicados y ocultos controles de privacidad de Facebook.
Otra diferencia es la facilidad para compartir-o no-el contenido de Diaspora con Facebook y Twitter. En lugar de hacer que tales conexiones sean difíciles de encontrar y usar, el sitio hace que sea fácil conectarse a otros servicios, y ofrece la opción de compartir cualquier carga pública a través de Facebook, Twitter, RSS o, simplemente haciendo clic en un cuadro. A largo plazo, afirma el cofundador, Maxwell Salzberg, Diaspora debe ser independiente de los servicios y capaz de importar y exportar datos desde cualquier servicio web, en casi cualquier formato. El objetivo no es reemplazar a Facebook o cualquier otro servicio como forma de interactuar en línea, sino eliminar la necesidad de almacenar datos privados en varios sitios web, muchos de los cuales parecen dirigidos a un intercambio de "todo o nada" en cuanto a la información personal.
El botón "me gusta" no se ve por ningún sitio en Diaspora. Comentamos una publicación, o no lo hacemos. Tengo curiosidad por ver cómo afectará esto a mis interacciones en línea. Confieso que con frecuencia soy culpable de hacer clic en "me gusta" en las actualizaciones de Facebook de mis amigos; es mucho más fácil y rápido que comentar e interactuar con alguien, incluso al nivel general superficial de Facebook. Diaspora también es menos invasivo: en lugar de enviar un correo electrónico de forma predeterminada cada vez que alguien comenta sobre nuestro estado o el estado de un amigo sobre el que hemos comentado, vemos el contenido sólo cuando entramos. Esto hace que sea más fácil perder la noción de las "conversaciones" en línea-pero es un alivio para mi siempre abarrotada bandeja de entrada.
Me es más difícil juzgar el éxito de Diaspora a la hora de lograr su declarado objetivo de dar a los usuarios un control total sobre sus datos, ya que no soy experto en seguridad informática. Me gusta la transparente interfaz de usuario del sitio, y su uso de protocolos de seguridad web estándar tales como https (el mismo protocolo utilizado por los bancos y comerciantes en línea para la transferencia de nuestros datos financieros) para enviar toda la información. El sistema se distribuye entre varios servidores públicos y privados llamados semillas, y toda la comunicación entre ellos se cifra, una vez más usando un estándar de protocolo de Internet estándar, el GNU Privacy Guard (GPG).
En última instancia, los desarrolladores de Diaspora se imaginan a cada usuario hospedando su propia semilla y albergando los datos personales exclusivamente en dicha semilla-lo contrario al enfoque habitual actual a la hora de almacenar información, haciendo que todo resida en entornos de computación en la nube pertenecientes a empresas diferentes. Lo que están construyendo es un sistema que permite que estas semillas se comuniquen sin problemas y de manera intuitiva, lo cual constituye una aplicación nunca antes vista. Dado que la mayoría de los usuarios de red de hoy día simplemente no están por la labor de alojar un servidor web personal, los desarrolladores crearon el centro joindiaspora.com para hacer que el uso del sistema fuera fácil para los consumidores sin conocimientos técnicos que se preocupen por su privacidad en línea.
Hay inconvenientes relacionados con la implementación actual. Aunque el sitio es limpio y sencillo, Diaspora podría utilizar algunas etiquetas más. Me tomó tiempo darme cuenta de que el cuadro gris en la parte superior de cada pantalla era un campo de entrada de texto, no decoración, y tuve que escribir varias cosas al azar antes de darme cuenta de que es en realidad un cuadro de búsqueda bastante útil, que permite buscar contactos usando sus nombres reales o los que usan en Diaspora.
El centro principal, en joindiaspora.com, también tiende a cargarse y ejecutarse lentamente. Los servidores no son tan fiables como los de servicios más establecidos, y las interrupciones se producen al azar y duran cantidades de tiempo variables. De hecho, se me cerró el acceso a mi cuenta original sólo un día después de su creación, y después de un par de intentos, el equipo "resolvió" el problema mediante la emisión de una nueva invitación para crear una segunda cuenta. (Si logro o no volver a mi cuenta original es otra cuestión.)
Puede que no sea una gran problema para sus miembros iniciales, fanáticos de la informática-o para aquellos que probablemente constituyan la columna vertebral de los usuarios futuros de Diaspora-pero el sitio no es compatible con el Microsoft Internet Explorer, sólo con navegadores "modernos" como Firefox, Opera, Chrome y Safari.
Tampoco está claro que Diaspora logre mantenerse despejado. El equipo está desarrollando nuevas características, incluyendo plug-ins que permiten funciones de dos vías, tales como el chat y juegos. Tal y como Salzberg observó durante nuestra correspondencia sobre el cierre de mi cuenta, "Estamos en estado MUY alfa".
Aún así, Diaspora es un servicio al que seguiré accediendo a lo largo del tiempo. Espero que sustituya mi adicción a Facebook y mantenga mis datos de ese mismo modo: mios.